El derecho a la información y la libertad de expresión suelen ser frecuentemente vaciadas en su enorme significación para el ejercicio pleno de la vida en democracia.
Resabios de mezquinos intereses empresarios, económicos, sectoriales o políticos que suelen declamar pero no acatar las normas que impone este modo de vida, caen en la recurrente violación de estos principios esenciales, muchas veces por el atajo de las opresiones, precarizaciones o incumplimientos de las normas que rigen la relación laboral y profesional del trabajador de prensa.
Estos personeros de la arbitrariedad, el bozal, la opresión y la explotación, no solo atacan los derechos laborales y la dignidad del trabajador, sino que en forma obscena embisten los pilares de la sociedad democrática que hipócritamente dicen defender.
Ha sido demasiado doloroso el costo de alcanzar este tiempo institucional donde el respeto a un modelo de sociedad libre e igualitaria se construye partícipemente desde abajo y hasta el escalón más alto de nuestra expresión republicana, como para que alguien pueda suponer que uno solo de sus hombres y mujeres, pueda dejar pasar por alto esta afrenta que se hace a todos.
Y no es solo una actitud solidaria. Es el estado de conciencia de un pueblo que de una vez y para siempre ha comprendido el valor inalienable de su dignidad, de su unidad y este sagrado sentimiento de ser parte inescindible de un Proyecto y un destino común llamado PATRIA, que hay que corresponder y merecer.
Estamos juntos compañeros!.
SU LUCHA ES LA LUCHA DE TODOS
FUERZA!!!
ADALBERTO ALVAREZ Aspirante a militante del Proyecto Nacional y Popular de Perón y Evita
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