GARANTIZAR Y PROFUNDIZAR EL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR SIN NÉSTOR

COMO SE AFRONTA LA AUSENCIA DE NÉSTOR.

Dadas las circunstancias, es dable entender que esta primera valoración que podría hacer Cristina en momentos de redefinición del círculo más allegado y confiable en que se apoyará la marcha del Gobierno y el sostén del Proyecto, estará signado por la identidad ideológica y la relación de afecto y confianza personal que puedan haberse construido o puedan construir. Se tienen que dar ambos porque creo que para ella es es indispensable que sea así.

En primer lugar, Cristina es un formidable cuadro político con una claridad ideológica conceptual muy consolidada desde la perspectiva del diseño y comprensión del Modelo, pero con una firmeza de convicciones y una personalidad de una transparencia tal que puede representar una limitación a la hora de la construcción del Poder, con la muñeca y cintura que se requiere para la formalización de alianzas y el establecimiento de relaciones electorales y de gestión. Es obvio que éste era el rol aglutinante de Néstor.

No sería raro entonces que ella no se vea invitada a confiar en quienes puedan representar - ya sea por expresiones públicas, adhesiones políticas, procedimientos o actitudes de gestión-, contradicciones muy notorias con su ideario, gobierno, estilo o Modelo y, por lo tanto, se puedan percibir como un riesgo a la marcha o al sostenimiento de los valores esenciales que le dan identidad al Proyecto Nacional y Popular. No parece ser Cristina una persona que pueda resignar principios o valores para obtener adhesiones o votos.

Este fue el principal motivo por el cual nunca se confió en Busti, aunque la muñeca de Néstor y la contención que suponía el Pemo, permitió avanzar con él. Los zigzaguentes antecedentes de Busti lo anunciaban y el paso posterior del tiempo les demostró que tenían razón. A poco de asumir Cristina, se subió al palco oligarca de las 4 x 4 sojeras a atacar el Gobierno Peronista y Popular. Urribarri se vistió de coraje y puntal, para poner el pecho y la cara al conservadorismo reaccionario y golpista que se alzaba desde Entre Ríos.